martes, 19 de junio de 2012


No omitamos que esa noche de Diciembre,
Almas púberes en busca de la gloria,
Se encontraban cara a cara con la muerte
A raíz de una vorágine traidora.

Que me devuelvan las sonrisas espontáneas
Que yo a cambio puedo dar mi escepticismo.
Que es aquel que ha de surgir en la desgracia
De sentirse un ingenuo desprotegido.
Y que el futuro sólo sea lo que viene
y no aquel karma que a mi pánico entretiene.

Por las noches, en la cama, no estoy solo.
Pues la culpa es inquilina en mis entrañas.
Cuando, en realidad, los dueños de este dolo,
Son políticos de la peor calaña.

Pareciera que no ha servido de nada.
Sólo hay padres que no pierden la esperanza
De acabar la impunidad que es promotora
De una rabia que no da misericordia.


QUE NUNCA SE REPITA 30-12-04 

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